Por suerte, esta vez la nafta no fue protagonista. 1230 hs. Parque Sarmiento. She-ra y yo nos encontramos disfrutando de la mutua compañía dentro del Naranja ’79. Muá, convencido de que no bajaríamos del vehículo, dejo las llaves puestas en el encendido. La llave repuesto están en el bolsillo de la mochila.
She-ra – Bajemos un ratito?
Frank – Bueno, cerrá la ventanilla así damos una vueltita.
She-ra – Oki doki.
Cerramos las ventanillas. She-ra cierra su puerta. Yo también... en el momento en que la suelto con el envión recuerdo las circunstancias. Ya era tarde para interponer cualquier parte de mi cuerpo entre la puerta y la cerradura. Click! Mi cara dijo todo.
She-ra – Qué?
Frank – Las llaves…
She-ra – Qué tienen?
Frank – Nada, quedaron puestas… Y la copia está en la mochila
She-ra – Ah, todo bien entonces
Frank – La mochila está en el auto
Su cara dijo todo…
Frank – Vamos, después vemos cómo hacemos
She-ra – Oki doki
Al rato, luego de la voltereta. Volvemos al auto a ver qué onda.
Frank – A ver si hay algún alambre tirado por acá…
She-ra – Dale
Búsqueda infructuosa. Se me prende la lamparita.
Frank – El alambre del sostén!
She-ra – No tiene…
Frank – For the love of God! Todo en mi contra!
Con todo el pesar del mundo tomo una decisión.
Frank – Le voy a romper un vidrio, no queda otra.
Me dispongo a golpear con el codo el ventilete del conductor para romperlo. Al cabo de un par de golpes y viendo que era más fácil romper mi codo antes que el ventilete, decido solamente forzarlo, mover la traba que, por fortuna, no traba del todo, abrirlo y así alcanzar la manija interior de la puerta. Muy fácil… mentira. Luego de varios golpes más, el ventilete queda lo suficientemente forzado como para meter los dedos y separarlo del marco, pero no como para meter una mano entera que llegue hasta la traba. Me detengo a pensar… Otra vez se me prende la lamparita.
Frank – Buscá un palito
She-ra – Este sirve?
Frank – Suporongo… probemos
Le explico cómo y en que dirección debe mover la traba. Gracias a los Cielos, She-ra es muy avispada y la caza al toque. Introduzco los dedos en la ranura, estrujándolos terriblemente. Ella se dispone a accionar la traba y… el condenado palito se cae dentro del auto… Un profundísimo suspiro surca el aire. A buscar otro palito, uno más largo esta vez… Introduzco los dedos en la ranura, estrujándolos terriblemente. Ella se dispone a accionar a la traba y… le erra. Saco los dedos para zobarlos. Repetimos el procedimiento incansables veces hasta que por fin, She-ra logra correr la traba que, por fortuna, no traba del todo.
She-ra – Síii!!! Me siento como un héroe!
Frank – Jejeje, sos mi heroína
1 comentario:
ohohoh que lindoo!!
Quiero ser la heroína de alguien!
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